En apariencia nada importante sucede. Ni siquiera tiene un típico argumento. Es sólo una sucesión de estampas cotidianas con los sencillos habitantes de un pueblito en las montañas del Japón de hoy.
Mientras tres muchachitas adolescentes se divierten inventando historias fantásticas, los adultos viven sus rutinas diarias, sin sobresaltos, y los ancianos evocando recuerdos.
Los diálogos son banales y quedan siempre inconclusos.
En este discurso fílmico lento, y de hermosos paisajes, de manera casi imperceptible comenzamos a perder la noción de qué es real y qué es fantasía. Y a los personajes tampoco pareciera importarles demasiado.
Un día descubren que bajo la cancha de cricket hay enterrado un bosque milenario de 3.800 años antigüedad. Lo desentierran y los pobladores lo recorren, preferentemente de noche, recibiendo turistas y realizando fiestas tradicionales entre sus troncos de diámetros milenarios.
En Francia la tradujeron como Bosque Olvidado, en referencia a momentos olvidados de nuestras vidas.
Bellas y hermosas imágenes de noche y de día, de neblinas y soles radiantes. Es un canto a la simple imaginería de las almas sencillas.
Para disfrutarla debemos dejarnos llevar por sus episodios y frases y, por ningún motivo, tratar de entenderla como un relato lógico. Sería un atentado artístico además de un tedio.
Realizada con prolijidad oriental, su director Kôhei Oguri (Fouijita 2015 - Río de Barro 1981) se atrevió a filmar una película sobre “nada” con personajes cuyas almas están rebosantes de “todo”.
Silencios mágicos y rotundos.
UN POEMA FÍLMICO MARAVILLOSO SI ACEPTAMOS LAS CLAVES QUE NOS QUIERE TRANSMITIR.
Ficha técnica
Título Original: Unoregi
Tragicomedia, fantasía
Cine Arte Patricia Ready
Japón - 1,33 hrs.
Fotografía: Norio Teranuma
Edición: Nobuo Ogawa
Música: Arvo Pärt
Diseño Prod.: Kôichi Takeuchi, Yoshinaga Yoko'o
Guion: Kôhei Oguri, Tsukasa Sasaki
Actores: Tadanobu Asano, Mai Enoki, Tokie Hidari
Director: Kôhei Oguri
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