miércoles, 3 de abril de 2019

Maracaibo - Por Juan Pablo Donoso

Con virtuoso tratamiento audiovisual y eficaces actuaciones nos introducen en un caso de conciencia paternal que deja más escenas diluidas que concreciones dramáticas.

Facundo es un joven universitario hijo de Gustavo, prestigioso médico cirujano, y de Cristina, oftalmóloga. Es una familia bien constituida, de clase media acomodada. Un día el padre descubre que su hijo es homosexual. Cosa que tanto el muchacho como su madre le ocultaban. Sin embargo, se conforma con aceptar esa realidad antes de perder del afecto de su hijo.

Una noche entran al hogar dos ladrones, uno de los cuales por nervios dispara matando a Facundo y escapan. Luego del período de duelo, Gustavo se propone hallar y ajusticiar al asesino. La policía capturó al menor de ellos y lo tiene encarcelado. Visitándolo, concluirá que el otro involucrado era el padre del prisionero. Y continuará su búsqueda hasta encontrarlo.

La obsesión y el rencor empiezan a afectar su rendimiento como cirujano hasta el punto de renunciar a su profesión y a los honores que querían rendirle. Una vez que pudo carear al delincuente principal comprendió que su afán de venganza era inútil. También pudo, por fin, gracias a un vídeo animado que filmó su hijo, descubrir un anhelo insatisfecho que éste siempre tuvo desde la infancia. (Poco que ver con el crimen).

Disfrutamos en todo momento del eximio trabajo fotográfico de Sebastián Gallo (La Riña 2013 – Mi Mejor Amigo 2018) cuyos paisajes, ángulos e iluminación ilustran con sensibilidad el dolor del protagonista. Así mismo empatizamos con los ya consagrados Jorge Marrale (Las Manos 2006) como el padre, Mercedes Morán (Neruda 2016), y Luis Machín, quien en los últimos años va surgiendo como uno de los más versátiles actores teatrales argentinos.

Las actuaciones, el ritmo lento y sugerente, y la factura audiovisual nos mantienen atentos a la espera de la conclusión del conflicto. Más, la estructura del guion difumina la médula del relato. Suceden muchas cosas, todas parecen trascendentes y del mismo peso, innumerables tomas del padre monologando solitario mientras maneja, dejándonos al final la sensación de que faltó rumbo para llegar al clímax.

La revelación del filme animado del hijo (¿Maracaibo= Rosebud?), tampoco justifica el largo periplo de aquellos padres desconsolados. Trató de decir demasiado en desmedro del drama central.

UNA TALENTOSA REALIZACIÓN FÍLMICA Y ACTORAL QUE NUNCA LOGRA JERARQUIZAR LAS ETAPAS HACIA LA META NARRATIVA.

Ficha técnica

Crimen, drama, suspenso 
Arcadia Films 
Argentina – 1,35 hrs. 
Fotografía: Sebastián Gallo 
Edición: Alejandro Parysow 
Música: Olegario Díaz 
Diseño Prod.: Germán Garrido 
Guion: Maximiliano González, Miguel Angel Rocca 
Actores: Jorge Marrale, Mercedes Morán, Nicolás Francella 
Director: Miguel Ángel Rocca

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