miércoles, 27 de febrero de 2019

El repostero de Berlín - Por Juan Pablo Donoso

Sensible, inteligente, difícil de narrar y, a la vez, fácil de comprender por su transparente humanidad.

Una bella historia de amor - ¡muy atípica! - que denuncia los convencionalismos vacíos, y los prejuicios irracionales. Promueve la armonía y reconciliación de razas. Prioriza la honradez, la buena voluntad, el talento y el sincero amor entre las personas sin importar de dónde vengan, ni tampoco de la historia de sus pueblos ancestrales.

Comienza con la relación homosexual entre un empresario judío y un sencillo pastelero alemán. Oren Nachmias (Roy Miller), casado y con un hijo pequeño, debe viajar mensualmente a Berlín por asuntos de negocios. Thomas (Tim Kalkhof), joven alemán, tímido y solitario, homosexual, dueño de una tienda de pasteles, entabla una relación amorosa con el judío.

Tiempo después, Thomas, se entera que Oren falleció en un accidente de tránsito. Desconsolado decide partir a Israel para conocer – de manera anónima – a la esposa e hijito del que fuera su amante en Berlín.

La esposa, Anat (magnífica actriz Sarah Adler), para sobrevivir en la viudez, logra que el Estado le autorice instalar un restaurante en Jerusalén de comida exclusivamente kosher.

Como Thomas visita el negocio a menudo sin darse a conocer, ofrece sus servicios como lavaplatos. Al poco tiempo Anat descubre que el tímido alemán es experto en refinada pastelería. El restaurante prospera y la relación entre la viuda y el alemán se hace más estrecha, sexual y consoladora.

Los parientes fundamentalistas de Anat comenzarán a desconfiar del alemán y a instigar para su despido. Pero ya la mujer, y la suegra, se han enterado de la relación que Thomas tenía con Oren, de lo frágil que estaba su matrimonio, y de la imposibilidad de seguirlo teniendo junto a ella. Y aunque la mujer era arreligiosa se ve en la encrucijada de obedecer la tradición social, o darle a su vida un destino de auténtico y personal riesgo.

Todo está logrado en esta bellísima historia. El Jerusalén contemporáneo, las costumbres y ritos de sus habitantes, la sencillez de sus personajes, la necesidad de afecto, los vacíos de la soledad, e incluso los encantos del arte culinario, tanto alemán como judío.

Íntima, honesta, y muy bien actuada. Nadie es malo porque sí. Es un gradual amasijo de tradiciones, temores, costumbres, y sentimientos naturales que necesitan expresarse para recuperar la salud del alma.

Ópera Prima del guionista y director Ofir Raul Graizer, joven realizador israelí, que ya ha ganado importantes reconocimientos en festivales del mundo y va nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera.

UNA ESTUPENDA PELÍCULA QUE LLAMA A LA TOLERANCIA, A LA CORDURA, Y A LA PUREZA NATURAL DE LOS SENTIMIENTOS. EXCELENTE Y MUY RECOMENDABLE.

Ficha técnica


Título Original: The Cakemaker מברלין אופה הפאי
Drama, romance, costumbrismo
Festival de Cine Israelí en Chile
Israel, Alemania – 1,53 hrs.
Fotografía: Omri Aloni
Edición: Michal Oppenheim
Música: Dominique Charpentier
Diseño Producción: Yael Bibel, Daniel Kossow
Actores: Tim Kalkhof, Sarah Adler, Roy Miller
Guionista y Director: Ofir Raul Graizer

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