miércoles, 27 de febrero de 2019

El repostero de Berlín - Por Carlos Correa

“The Cakemaker” es un bello relato, narrado con calma, que hace una delicada descripción de una historia íntima, reflexiva y la vez profunda.

Thomas -Tim Kalkhof- trabaja como pastelero en una pequeña cafetería. Recibe visitas a diario, sin embargo una de ellas capta su atención. Se trata de Oren -Roy Miller-, un constructor israelí que por trabajo frecuenta Berlín. No sabemos detalles, pero ambos se involucran sentimentalmente, a pesar que Oren tiene a su familia, esposa e hijo, en Jerusalén. Luego de un tiempo sin tener noticias del viajero, Thomas se entera que Oren ha muerto en un accidente automovilístico y decide viajar a Israel sin tener claridad de las motivaciones que lo impulsan.

El director y guionista Ofir Raul Graizer elabora en este relato una pequeña joya. Con entornos precisos y cuidados, con una cámara exacta y planos que se notan trabajados en todos sus detalles, nos presenta las ciudades de Berlin y Jerusalén como retratos urbanos y cotidianos. La actuación del elenco es particularmente emotiva. Miradas sencillas, gestos delicados, diálogos perfectamente estructurados, breves y concisos, dan cuenta de simpleza y a la vez muestran el vasto mundo interior de los protagonistas que es enorme y rico en emociones.

Y en Jerusalén, Thomas conoce a la mujer de Oren, Anat -Sarah Adler-, que es propietaria de un café quien le ofrece un trabajo menor como asistente de limpieza. Aun no salen a relucir los talentos de este joven pastelero, sin embargo éstos quedan al descubierto cuando prepara unos bocados especiales para el cumpleaños del hijo de Anat lo que provoca una tensión entre las reglas religiosas de la comida, de conformidad con la ley judaica, y los nuevos sabores que comienzan a ser reconocidos y alabados por los cada vez más asiduos visitantes del pequeño café.

Varios temas están presentes en esta cinta. El abandono, la soledad y el cariño son particularmente importantes especialmente en la vida de Thomas. Su carencia afectiva hace aun más intrigante su actuar, que siempre es tímido y contenido. Su mirada perdida y su concentración en las tareas de la cocina se reflejan en su particular capacidad de disfrutar de las cosas más simples, a la vez de conectar profundamente con la intimidad de quienes le rodean.

La cocina es tal vez una excusa, sin embargo también se muestra como un reflejo particular y transparente de manifestación de amor y de cariño. Thomas tiene una historia de vida que vamos descubriendo lentamente durante el metraje. Cada aspecto que conocemos nos entrega un rasgo diferente de su personalidad y nos permite atisbar un poco más dentro de su interior. Pero no solo Thomas posee este magnetismo. Lo tiene Oren y también su esposa Anat, quien lentamente se va acercando a Thomas sin entender bien por qué. Nosotros, los espectadores, lo intuimos y por ello observamos sus pasos con complicidad y cierta ternura. Cuando nos involucramos con la plenitud de ambos es justamente el punto más alto del relato pues desde ese momento las piezas comienzan a ordenarse y el rumbo de la vida se define por pequeños detalles, acciones y omisiones, que llegan a lo más profundo del corazón de Anat y Thomas.

Ficha técnica

Título original: The Cakemaker
Año: 2017
Duración: 104 minutos
País: Israel
Productora: Coproducción Israel-Alemania; Film Base Berlin / Laila Films
Género: Drama | Cocina. Homosexualidad
Guion: Ofir Raul Graizer
Música: Dominique Charpentier
Fotografía: Omri Aloni
Reparto: Zohar Shtrauss, Sarah Adler, Tim Kalkhof, Roy Miller, Stephanie Stremler, Tagel Eliyahu, David Koren, Sagi Shemesh, Gal Gonen, Tamir Ben Yehuda, Sandra Sadeh, Eliezer Shimon, Iyad Msalma
Dirección: Ofir Raul Graizer

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