jueves, 20 de diciembre de 2018

Sin Dejar Huellas - Por Juan Pablo Donoso

Film-noir francés que nos mantiene durante toda la película creyendo saber quién es el asesino, para darnos una sorpresa final.

Los galos tienen su estilo para narrar los enigmas. A diferencia de los ingleses, sus héroes tienes pies de barro, son vulnerables, y desde la ruindad de sus vidas consiguen resolver sus pesquisas.

Además, privilegian las atmósferas, y los personajes, por sobre la anécdota.

Aquí, el director Erick Zonca (Julia – 2008), nos pone en manos de un detective alcohólico, desaseado, solitario y deprimido (Vincent Cassel). Y para colmo, padre de un adolescente, ladrón y drogadicto.

Le asignan el caso del hijo de una familia acomodada que desapareció después del colegio, y cuya madre, abatida, denuncia el caso a la policía.

El principal sospechoso es un vecino, ex profesor de francés del muchacho, que va acumulando indicios de ser el culpable por motivos homosexuales (Romain Duris – La Espuma de los Días, 2013).

Nuestro investigador, André Visconti, entre sus borracheras nocturnas, su consuelo con prostitutas, más su conocimiento de los bajos fondos, va recolectando pruebas a la vez que se compadece de la desconsolada madre (Sabrine Kiberlain – Un Affaire de Amor, 2009) quien lleva la cruz de tener una hijita con síndrome de Down y un marido marino mercante que regresa de un largo viaje.

Crecerán nuestras sospechas - ¡y certezas! - cuando veamos que el Prof. Ballaile, a escondidas de su mujer, escribe cartas a los padres falsificando la letra del niño desaparecido.

Cuando, cerca del final, creemos saber la realidad del misterio, surge en la última secuencia una revelación que junto con dejarnos consternados a nosotros, los espectadores, deja aún más derruido al investigador policial.

Impecable factura, típicamente francesa, con iluminación nocturna de claro oscuros, ambientes siniestros de homosexualidad clandestina; el lucimiento actoral de un hinchado y maloliente Vincent Cassel, y el sutil juego interpretativo de Romain Duris, cuyos verdaderos móviles kafkianos se revelan cerca del clímax cuando increpa al comisario acusándolo de “subestimar el poder de la literatura como herramienta para investigar el mundo”.

SÓRDIDO RELATO POLICIAL BASADO EN LA NOVELA DEL ISRAELÍ, DROR MISHANI, FAMOSO POR SUS OBRAS DE SERIES CRIMINALES.

Ficha técnica

Título Original: Fleuve Noir 
Crimen, Misterio, Corrupción Impactocine 
Francia, Bélgica – 1,53 hrs. 
Fotografía: Paolo Carnera 
Edición: Philippe Kotlarski 
Música: Rémi Boubal 
Diseño Prod.: Christophe Couzon, Mostefaoui Djamil 
Actores: Vincent Cassel, Romain Duris, Sandrine Kiberlain 
Guion y Dirección: Erick Zonca

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