Llegó a Nueva York desde la India, a los 70 años, en un barco de carga, sin dinero ni lugar donde vivir ni comer. Venía siguiendo el consejo de su maestro Bhaktisidhanta de traducir y explicar los principios de la religión krisnaísta, contenida en los textos sánscritos milenarios del Bhagavad-guita y Bhágavata-purana.
Llegó en un momento cultural crítico – década del 60 - en que las corrientes Hippie y Beat – otrora tan promisorias de una Nueva Era comenzaban a decaer y a decepcionar a sus seguidores.
Las prácticas iniciales de este maestro a un reducido grupo de jóvenes, artistas e intelectuales, comenzó a irradiarse con enorme velocidad, dando origen a lo que fue el movimiento Hare Krishna, vigente hasta el día de hoy.
Traía el revolucionario mensaje de hallar la paz interior por medio del Bhakti, devoción a Dios cantando y bailando el sagrado mantra de Hare Hare, y adoptando una forma de vivir sencilla, austera, y elevar los pensamientos hacia lo divino.
Sus discípulos, purificando el espíritu, comenzaron a experimentar una profunda alegría de vivir, que se manifestaba con cantos, bailes, alimentos sanos y un inmenso sentido de ayuda y compasión por al prójimo.
Al cabo de poco tiempo se habían integrado intelectuales como Allen Ginsberg, compositores como George Harrison, políticos, científicos y académicos de las más prestigiadas Universidades del mundo.
Algo había en su conducta, en sus palabras, y en sus comunidades, que generaban una respuesta espiritual – anti materialista – que miles de personas añoraban desde hacía tiempo.
Algunos medios de comunicación lo acusaban de iniciar una secta destinada a “lavar el cerebro de sus seguidores”. A lo que él respondía: “Por supuesto que sí: nos lavamos el cerebro de todas las impurezas y consignas que nos habían inculcado desde la infancia”.
El documental realizado durante 40 años por John y Jean Griesser, y Lauren Ross, recopiló imágenes, textos, palabras y testimonios que, más allá de lo propagandístico, ilustra sin eufemismos, lo que ese hombre aportó a la espiritualidad de occidente. Cómo con su vida dedicada al servicio de Dios fue un testimonio vivo de amor y compasión por la humanidad.
Se dice que si la grandeza de Gandhi estuvo en su sencillez, la de Prahbupada radicó en su pureza y apertura para todos los que sinceramente quieren abrirse a Dios, sin importar a cual religión pertenecen.
Para quienes somos cristianos los Hare Krishnas, con sus cabezas rapadas, sus túnicas naranjas y crótalos nos resultan extraños y lejanos. Pero con películas como esta, constatamos cuan unidos estamos en los principios esenciales de las verdades trascendentales.
UN DOCUMENTAL EDUCATIVO QUE NOS CONCILIA CON OTROS CAMINOS EN LA BUSQUEDA Y EL ENCUENTRO CON EL MISMO DIOS.
Ficha técnica
Embajada de la India, ISKCON, CineHoyts y Cinetopia
Documental, biografia, espiritualidad
EE.UU. – 1,30 hrs.
Fotografia: Krishna Sanchez y Adric Watson
Edición: Lauren Ross, Krishna Sanchez, Hilary Zakheim
Música: Michael Mollura
Guionistas: Mukunda Michael Dewil, Jean Griesser
Actores: Sally Agarwal, Boy George, Edwin Bryant
Directores: John Griesser, Jean Griesser, Lauren Ross
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