jueves, 8 de marzo de 2018

El Castillo de Cristal - Por Juan Pablo Donoso

El título es la metáfora con que un padre mitómano y alcohólico mantuvo durante años en la miseria a su familia, pero llena de ilusiones para el futuro.

Dramatización de la autobiografía de Jeanette Walls (Brie Larson). De como ella, sus hermanitas y hermano le creyeron al papá (Woody Harrelson) que les construiría un Castillo de Cristal, y permanecieron junto a él y a su madre (Naomi Watts).

Más, ya pasada la adolescencia comprendieron que Rex era sólo un soñador cesante que jamás lograría establecerse, y que la madre, siempre enamorada de él, vivía semi despegada de la realidad sólo pensando en pintar cuadros.

Los hijos disfrutaron de su amor mientras fueron pequeños, viviendo al aire libre, o en viejas casonas abandonadas, y comiendo lo que pudieran conseguir.

Jeanette logró emanciparse, terminar secundaria, estudiar periodismo, y graduarse con honores en la Universidad de Columbia. Fue columnista del Esquire y otras revistas de Nueva York. Logró un buen nivel de ingresos para vivir con holgura. Otro tanto, aunque menos prestigioso, cumplieron sus hermanos.

Ya siendo acomodada, y de novia con un próspero financista, divisó una noche a su madre anciana escarbando basureros y a su padre borracho insultando a los automovilistas que pasaban.

Por medio de raccontos se nos presenta la vida de esta familia disfuncional que, sometida a la autoridad fantasiosa de ese padre, y a la ternura de la mamá, crecieron con una extraña “visión del mundo” y de la vida.

La estructura narrativa de la película oscila entre el presente y sus memorias de infancia. Así valoramos, y a la vez repudiamos, la personalidad errática de ese padre, y la relativa indolencia de la madre, en que los niños tuvieron que criarse casi por sí mismos.

En 2016 conocimos Capitán Fantástico, un filme con características similares. Con la diferencia que aquel padre (Vigo Mortensen) se propuso educar él solo a sus pequeños hijos para evitar que se contaminaran con las aberraciones de la sociedad de consumo. Una Guerra Santa contra las mentiras del mundo exterior.

Aquí, la familia sólo fue víctima de padres ilusos y poco responsables. El caso es real y el libro un best-seller conmovedor. La historia llega con claridad emotiva, las actuaciones son excelentes y destacamos a la pequeña Ella Anderson como Jeanette cuando chica.

Sin embargo, creemos que el argumento nunca centra el conflicto: si en la dolorosa resiliencia de Jeanette o en la traumática personalidad de su padre. Es como si sólo escogieron los momentos novelescos del libro, descuidando jerarquizar un mejor ascenso dramático.

Lo más emocionante son las secuencias finales en que vemos a los verdaderos personajes de esta historia. Lo expuesto en la película adquiere la seca y desglamurizada imagen de lo real. Gran acierto de guionistas y director para elevar el nivel emotivo de la película.

AUTOBIOGRAFÍA DE UNA FAMILIA DISFUNCIONAL ENCARNADA POR EXCELENTES ACTORES.

Ficha técnica


Título Original: The Glass Castle 
BFDistibution Drama, familia EE.UU. – 2,07 hrs. 
Fotografía: Brett Pawlack 
Edición: Nat Sanders 
Música: Joel P. West 
Diseño Prod.: Sharon Seymour 
Guión: Destin Daniel Cretton, Andrew Lanham, Jeanette Walls (libro) 
Actores: Brie Larson, Woody Harrelson, Naomi Watts, Ella Anderson 
Director: Destin Daniel Cretton

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