miércoles, 27 de diciembre de 2017

El gran Showman - Por Carlos Correa

Interesante cinta marca el debut de Michael Gracey como director. Este musical encabezado por Hugh Jackman relata la historia de Phineas Taylor Barnum (1810-1891) quien luego de perder su trabajo como de oficina decide emprender un proyecto fuera de lo común. Con gran talento y creatividad recluta a personas especiales, futuras estrellas, enanos, equilibristas y malabaristas, entre otras, para crear un espectáculo que marca diferencia y que se llegó a denominar el show más grande el mundo.

La historia y el relato son simples. Charity -Michelle Williams- y Barnum -Jackman- se conocen desde muy niños. Ella, hija de una familia adinerada y él, hijo del sastre del pueblo. Ya desde pequeños sueñan con ideales y el amor hace que emprendan un camino de vida juntos, pese a la oposición tenaz de los padres de Charity. Con dos hijas maravillosas y viviendo con lo justo, la pareja se mantiene unida gracias al pilar fundamental que es su familia. “Todo lo que quiero está aquí”, le dice Charity a Barnum cuando pierde su empleo. Sin embargo, él siempre quiso darle lo mejor a su esposa y a sus hijas y este ferviente deseo lo impulsa a tomar riesgos y nuevos desafíos. Así, poco a poco, va construyendo su espectáculo no exento de dificultades, el que lentamente rinde frutos. No obstante, sobre el camino vienen los problemas. Hay rechazo y manifestaciones contra estos “fenómenos”. También vienen los grandes éxitos que hacen cuestionar cuánto es realmente suficiente. En medio de estos conflictos, materiales y existenciales, el protagonista, sin perder su esencia, logra priorizar la vida y volver a su foco original.

La película está muy bien lograda visualmente. Tiene muy claros los números musicales que va intercalando con secuencias teatrales que enlazan el argumento de manera fluida y amena. La música es atractiva, las coreografías destacan en dinámica y colorido y cada integrante del elenco aporta su talento al espectáculo. A pesar de estos evidentes y notables logros de producción, el guión es bastante adivinable y obvio, no dando lugar a quiebres o conflictos que no se puedan anticipar y por cierto visualizar claramente como serán resueltos.

Son tantas las temáticas que aborda “El gran showman” que finalmente se diluyen y la cinta decanta en lo más sencillo de su expresión. Un sueño ideal, amor y familia; ambiciosa creatividad, éxito y fracaso; todos elementos y valores que en 105 minutos no logran la profundidad requerida y que por lo mismo solo permiten esbozar lo que pudo ser una construcción dramática más efectiva.

Como musical, la cinta supera la prueba a pesar de no tener momentos que resulten inolvidables. Es dinámica y los cuadros están bien logrados. No es fácil contar una historia donde más de la mitad debe narrarse musicalmente, con canciones que den cuenta de personajes y al mismo tiempo transmitan emoción en sus relaciones. En esto último la cinta es débil, principalmente en la conexión emocional con la audiencia. En realidad somos solo espectadores de este gran espectáculo. Y claro, hay una dicotomía entre la ambientación de la época -Siglo XIX-, la modernidad de la música y el baile, pero si consideramos, y nuevamente vamos a la esencia, el circo es así. “Now is Show Time”. Ha nacido el “Show Business” y por lo tanto el espectáculo debe continuar.

Ficha técnica

Título original: The Greatest Showman
Año: 2017
Duración: 105 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Chernin Entertainment / 20th Century Fox
Género: Drama. Musical | Biográfico. Circo. Siglo XIX
Guión: Jenny Bicks, Bill Condon (Historia: Jenny Bicks)
Música: Benj Pasek, Justin Paul
Fotografía: Seamus McGarvey
Reparto: Hugh Jackman, Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya, Rebecca Ferguson, Diahann Carroll, Fredric Lehne, Yahya Abdul-Mateen II, Isaac Eshete, Katrina E. Perkins, John Druzba, Shawn Contois, Ethan Coskay, Jamie Jackson
Dirección: Michael Gracey

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