miércoles, 22 de noviembre de 2017

La región salvaje - Por Carlos Correa

Esta cinta del guionista y director mexicano Amat Escalante resulta bastante incómoda. En una extraña mezcla de ciencia ficción y sexo, “La región salvaje” transita sobre un sendero poco claro que se traduce en mayores debilidades que virtudes. Con un guión por momentos ilegible y actuaciones que no terminan de cuadrar y convencer, la fragmentación del relato es francamente irritante. Ok, dejemos pasar entonces unos minutos para comprender hacia dónde va, sin embargo los cuadros son aún más dispersos, con marcadas separaciones, haciendo que su destino se torne todavía más lejano y brumoso.

Por un lado tenemos a Alejandra y Ángel, un matrimonio joven, con un hijo pequeño y con importantes dificultades de pareja. Por el otro está Fabián, el hermano homosexual de Alejandra que trabaja en el hospital local donde un día llega Verónica, mal herida por una extraña circunstancia pero que ella atribuye a la mordida de un perro. Junto a todo aquello tenemos una enigmática cabaña en el medio de la nada donde se oculta un misterioso y extraño ser “tentacular” que es utilizado por la pareja que vive allí a modo de experimento vivo con quienes llegan al lugar.

Existe en esta película un sentido de realidad y de imaginación que no se alcanza a constituir totalmente. Su dibujo es más bien una caricatura poco concluyente, con un centralismo extremo en la sexualidad, el machismo, la homofobia y la marginalidad de sus personajes. Las relaciones tóxicas y en algunos casos muy forzadas, hacen más crudo y disonante el metraje. ¿Conflicto? Escaso. ¿Valores y principios? Ausentes, al menos a simple vista. Estamos en un pueblo provinciano que lleva una vida tranquila y sin mayores sobresaltos a pesar de estar insertos en el centro mismo del misterio del relato. ¿Sobrenatural entonces? Es poco claro como fenómeno, y menos aún como eje principal de la historia.

¿Qué nos queda entonces? Es cierto que hay cine incómodo que se transforma en un desafío para reflexionar, que no es el caso de esta película. Sus elementos básicos -y no por ello menos importantes- no alcanzan a configurar un relato que permita siquiera alcanzar una mínima unidad en sus cien largos minutos de extensión. Si la búsqueda de su director es, como él mismo señala, “llegar a la esencia de la verdad humana”, esta película se aleja bastante de dicho propósito en mi opinión. Es necesario lograr una profundidad mayor y una condición imprescindible para aquello es el desarrollo de una conexión emocional de los protagonistas con el relato y con el espectador. Acá no se produce. Al contrario, su manifiesta separación, deja en evidencia la debilidad argumental de un cine experimental que por lo mismo es susceptible de recibir todo tipo de críticas. No es de extrañar, entonces, que Escalante ganara el premio al mejor director en el Festival de Cine de Venecia, en medio de ácidas críticas y sentidas alabanzas.

Ficha técnica


Título original: La región salvaje
Año: 2016
Duración: 100 minutos
País: México
Productora: Coproducción México-Dinamarca-Francia-Alemania-Noruega-Suiza; Mantarraya Producciones / Adomeit Film / Bord Cadre Films / Match Factory Productions / Mer Film / Pimienta Films / Snowglobe Films
Género: Drama. Fantástico. Terror | Extraterrestres. Homosexualidad. Drama psicológico
Guión: Amat Escalante, Gibrán Portela
Música: Igor Figueroa, Fernando Heftye, Martín Escalante, Lasse Marhaug, Guro Moe
Fotografía: Manuel Alberto Claro
Reparto: Simone Bucio, Ruth Jazmín Ramos, Jesús Meza, Edén Villavicencio, Andrea Peláez, Óscar Escalante, Bernarda Trueba, Kenny Johnston
Dirección: Amat Escalante

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