jueves, 30 de noviembre de 2017

Detroit Zona de Conflicto - Por Carlos Correa

“Detroit” es desgarradora. La directora Kathryn Bigelow es capaz de transmitir, con una fidelidad que asombra, la impotencia y la crudeza brutal de un hecho que marcó la historia aquel 25 de Julio de 1967 en la ciudad de Detroit, Michigan, en Estados Unidos. Una breve presentación animada nos pone rápidamente en contexto. La población afroamericana -principalmente de color- comienza a quedar aislada en verdaderos compartimentos en el centro de la ciudad. Los conflictos escalan de tal forma que el gravísimo incidente del Motel Algiers deja como resultado el aterrador saldo de tres muertos y siete que fueron golpeados arbitrariamente por la policía.

Hay confusión. Observamos un comienzo incierto que sin embargo nos pone de inmediato en alerta. Los disturbios van creciendo en cantidad e intensidad. Se percibe un clima de enfrentamiento donde la menor provocación detona una reacción violenta y decidida. Es por ello que el incidente del motel comienza casi como un juego. Un grupo de amigos que se está divirtiendo provoca una reacción policial desproporcionada y que va complicándose cada vez más en la media que avanzan los hechos.

El relato de Bigelow no da respiro. Su filmación, ya característica, es intensa y golpea directamente. No hay concesión alguna. La narración produce un recogimiento que no se puede ignorar, pues el guión de Mark Boal es nervioso y profundo. Los protagonistas logran transmitir la impotencia de la agresión injustificada. No hay caricaturas ni estereotipos. Todo luce tremendamente real. Es incómodo, agresivo y la verdad es que uno desea que el sufrimiento termine pronto.

Kathryn Bigelow y Mark Boal, con un trabajo detallista y fino, logran una obra que resulta impactante. Cuesta tanto imaginar lo que deben haber sufrido todos quienes fueron violentados en estas revueltas, tal vez de las más grandes en la historia de Estadios Unidos. El ejército en las calles, la policía enfrentada a los manifestantes; clima de guerra. No hay espacio o lugar donde no se viva el conflicto. Y la tragedia es inminente, inmanejable, tal vez imparable.

Sin duda “Detroit” es una de las mejores cintas del 2017 y tiene méritos suficientes para ser candidata a varios premios. Su honestidad es tal, que se presenta casi como un documental sobre un racismo que aun sigue siendo tema en pleno siglo XXI. En el centro del relato hay también una búsqueda de justicia. Se logra percibir también un claro homenaje a las víctimas de los sucesos, por quienes perdieron la vida y también por aquellos que a raíz de lo acontecido vieron truncados sus sueños e ilusiones. Esta película tiene que tener un espacio de reflexión y su tiempo para ser asimilada. Cada minuto es importante y trascendente. No podemos ser indiferentes después de ver “Detroit” y aquello es porque somos conducidos para verlo y sentirlo por nosotros mismos. Esa compenetración del relato con el espectador es perturbador y en mi opinión es el logro más importante de este filme.

Ficha técnica

Título original: Detroit
Año: 2017
Duración: 143 minutos
País: Estados Unidos
Productora: Annapurna Pictures / First Light Production
Género: Drama | Basado en hechos reales. Años 60. Racismo
Guión: Mark Boal
Música: James Newton Howard
Fotografía: Barry Ackroyd
Reparto: John Boyega, Algee Smith, Will Poulter, Jack Reynor, Ben O'Toole, Hannah Murray, Anthony Mackie, Jacob Latimore, Jason Mitchell, Kaitlyn Dever, John Krasinski, Darren Goldstein, Jeremy Strong, Chris Chalk, Laz Alonso, Leon Thomas III, Malcolm David Kelley, Joseph David-Jones, Joseph David Jones, Ephraim Sykes, Samira Wiley, Peyton Alex Smith, Laz Alonzo, Austin Hebert
Dirección: Kathryn Bigelow

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