jueves, 26 de octubre de 2017

Maudie, el Color de la Vida - Por Juan Pablo Donoso

Biografía emocionalmente lograda en lo estético y actoral.

Nos dan a conocer a Maud Lewis (1903), una excepcional pintora naif de Nueva Escocia, región costera de Canadá.

Maud desde pequeña sufrió de aguda artritis reumatoidea. Esto la hacía caminar agachada y con dificultad para usar brazos, manos y piernas. Su familia la trataba como minusválida y hasta retardada mental.

Pero ella amaba la pintura y hacía cuadritos ingenuos inspirándose en la fauna y flora que la rodeaba. Fumaba copiosamente para calmar sus dolores. Tuvo una hijita natural y la engañaron diciéndole que había muerto por deformidades congénitas.

Queriendo darle sentido útil a su vida se empleó como sirvienta de un rústico y abrutado pescador artesanal. Éste al comienzo la maltrataba porque era la única forma que conocía para tratar con otras personas. Pero gradualmente ella, además de convertirse en su conviviente primero y esposa después, comenzó a civilizarlo.

Una dama neoyorkina de las vecindades reparó en el talento pictórico de Maud, le compró las primeras ilustraciones y empezó a difundir su talento en círculos urbanos más sofisticados. Al cabo de un tiempo la jibarizada y despreciada mujercita se transformó en una celebridad. Pero siempre fiel a su marido ignorante, y jamás abandonando su humilde vivienda y terruño.

De cierta forma nos evocó la relación de pareja de Gelsomina y Zampanó en La Strada de Fellini. Con la diferencia que este caso fue real.

El guion de Sherry White y la dirección de la irlandesa Aisling Walsh transmiten con fuerza los matices y perfiles de estos personajes. La fotografía paisajística de Guy Godfree ambienta el relato con bellísima precisión; y la música de Michael Timmins, en las canciones y fondos, consolida el mensaje medular de esa pintora excepcional: “La totalidad de la vida se encuadra en una ventana”.

Cabe aplaudir la actuación de la inglesa Sally Hawkins por su perfecta caracterización y ternura. Ethan Hawke, que siendo un buen actor, de manera irregular combina la imagen de brutalidad con su proceso de transformación amorosa. Tal vez predominó su imagen de galán hollywoodense sobre la del auténtico gañán primitivo.

El golpe de gracia lo dan las realizadoras cuando al final, con breves filmaciones de la época, nos muestran a los verdaderos Maud Dowley y de su esposo Everett Lewis.

BIOGRAFÍA PROFUNDAMENTE CONMOVEDORA Y DE GRAN BELLEZA VISUAL. MUY RECOMENDABLE.

Ficha técnica


Cine Arte Galería Patricia Ready 
Biografía, drama, romance Irlanda, Canadá – 115 minutos 
Fotografía: Guy Godfree 
Edición: Stephen O´Connell 
Música: Michael Timmins 
Diseño Prod.: John Hand 
Guionista: Sherry White Actores: Sally Hawkins, Ethan Hawke, Kari Matchett 
Directora: Aisling Walsh

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