jueves, 26 de octubre de 2017

La Posesión de Verónica - Por Juan Pablo Donoso

Por fin una película de horror que tiene nobleza de ESTILO y sensibilidad de fondo y forma.

Inspirada en un hecho policial verdadero cuyo misterio paranormal jamás fue resuelto.

Madrid, junio de 1991; Verónica es una colegial adolescente de 15 años cuyo padre acaba de morir. Como la madre trabaja de garzona en una tasca cercana, ella debe cuidar a sus 3 hermanos menores: unas gemelas y al pequeño Antoñito, estrábico e indefenso.

Aprovechando que en el colegio todos suben a la terraza a ver un eclipse, Verónica y dos amigas bajan al subterráneo e intentan invocar al espíritu de su padre. Pero una extraña fuerza sobrenatural aturde a la muchacha. En la enfermería, donde se recobra, nos enteramos que a esa edad aún carece de menstruación. A esa alteración hormonal atribuyen las extrañas alucinaciones que sufrirá más adelante.

Una monja vieja y ciega del colegio intuye que la niña está poseída por fuerzas malignas, y le aconseja “cerrar la puerta que nunca debieron abrir”. Dice, “No me hacen falta ojos para ver la realidad”.

Más, la presencia diabólica seguirá atormentándola a ella y a sus hermanitos en el hogar, hasta llegar a niveles fuera de todo control.

Aterrada, la niña se pregunta: “Si el fantasma no es mi padre, ¿quién es entonces?... ¡Soy YO MISMA!”

El inspector policial Ramón Romero y sus ayudantes fueron testigos presenciales de las consecuencias paranormales y quedaron traumatizados para toda la vida.

En el rol de la madre reaparece en nuestras pantallas la actriz Ana Torrent, aquella carismática niñita de 10 años en el filme de Carlos Saura CRÍA CUERVOS de 1975. Es grato ver como conserva su fuerza emotiva.

Lo que distingue a este filme de tantos otros de terror extrasensorial es el amor que el director, Paco Plaza, siente por sus personajes, y como ese afecto se nos transmite a los espectadores. Aquí nadie es “malo”, ni por ello debiéramos repudiarlo, sino que todos son vulnerables a posibles fuerzas negativas del más allá. Incluso deja abierta la posibilidad de que los hechos fueran provocados por la psicokinesis de Verónica. Este tratamiento aterrador genera en nosotros sentimientos de conmiseración más que de repulsión. Ni siquiera la monja ciega es maligna. Al parecer, ella también antes fue víctima de fuerzas siniestras.

Se agradece la falta de efectismos sonoros y visuales. Lo fantasmagórico sólo se manifiesta como sombras o presencias sutiles.

UN BUEN FILME DE TERROR ESPAÑOL, CONCEBIDO Y REALIZADO CON RESPETO POR SUS VÍCTIMAS. BASADO EN UN HECHO REAL.

Ficha técnica


Andes Films Terror España – 105 minutos 
Fotografía: Pablo Rosso 
Edición: Martí Roca Música: Chucky Namanera 
Diseño Prod.: Javier Alvariño 
Guión: Fdo. Navarro, Paco Plaza 
Actores: Sandra Escacena, Bruna González, Claudia Placer , Ana Torrent 
Director: Paco Plaza

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