jueves, 19 de octubre de 2017

Después de la Tormenta - Por Juan Pablo Donoso

Sabio filme japonés, aparentemente coloquial, pero lleno de metáforas, tanto habladas como circunstanciales.

“Las mujeres prefieren pintar con oleo porque tapan lo que hubo antes en el cuadro… pero aquello oculto seguirá siempre latiendo en sus corazones”.

En otro momento dice la abuela Yoshiki: “Mientras más reposado esté el guiso, más sabor tendrá… igual sucede con las personas".

La misma “tormenta” del título es el pivote que permite encerrar a los personajes en un ámbito estrecho y familiar y, obligarlos a enfrentar sus flaquezas, temores, mentiras y esperanzas.

Nuestro personaje central (Hiroshi Abe) vuelve al hogar materno con la esperanza de reconstruir su matrimonio y recuperar el afecto y respeto de su pequeño hijo. Aunque tuvo éxito con su primera novela, vive soñando con los triunfos que tendrá más adelante, mientras comete insensateces consigo mismo y con su familia en el presente.

Nos invita a mirar el Presente cara a cara y responderle con honestidad. Es el factor que mueve y determina a las mujeres del film. El Pasado condicionó y gravitó en la historia de cada uno, pero sólo quedó como referencia y aprendizaje. Y el Futuro, con su canto de sirena, impide que el hombre asuma su responsabilidad y camine con los pies en la tierra del Aquí y Ahora.

Cada personaje cotidiano – desde sus respectivas edades y situaciones – al quedar arrinconados por una tormenta (tifones habituales en Japón), en el transcurso de dos días, entregan una reflexión de lo que es el duro proceso de crecimiento.

Asombra la calma con que los japoneses toman el advenimiento de un huracán, en comparación con otros países.

Todavía en Chile conocemos muy poco del cine de Hirokazu Koreeda (1962) (De tal Padre tal Hijo, Nadie Sabe).

Este director nos permite escuchar los pensamientos y las emociones más sutiles, como lo hace un buen afinador de pianos. Para Koreeda los pequeños momentos conducen a las grandes verdades.

A la interacción familiar le da un tratamiento minimalista y a ratos satírico .Es por ello gran exponente de un cine contemplativo.

“Si sigues esperando que llegue la felicidad a tu vida, ignorarás que ésta ya llegó… pero de manera distinta a lo que tú creías”.

La belleza habita en las palabras sin decir, que flotan en el aire como la lluvia: las oportunidades perdidas de ser feliz ya se fueron y, a la vez, también siguen aquí.

Interesante tratamiento musical: hay un tema diferente según la importancia del personaje en cada ocasión.

RELATO MADURO QUE, SIN ALARDES, NOS INVITA A REFLEXIONAR CON PERSONAJES COMUNES Y SENCILLOS. HAY QUE ENTRAR EN SU RITMO TRANQUILO.

Ficha técnica


Título Original: Umi Yori Mo Mada Fukaku 
Cine Arte Galería Patricia Ready 
Drama Japón – 117 minutos 
Fotografía: Yutaka Yamakazi 
Música: Haranegumi 
Diseño Prod.: Keiko Mitsumatsu 
Actores: Hiroshi Abe, Yôko Maki, Satomi Kobayashi 
Director, Guionista y Editor: Hirokazu Koreeda

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