miércoles, 7 de junio de 2017

Dancer: Serguei Polunin - Por Juan Pablo Donoso

Biografía documental sobre un joven prodigio de la danza clásica. El atronador éxito de su talento y la excesiva demanda pública a que fue sometido, lo estresó al punto de abandonar su arte para salvar su equilibrio psicológico

Serguei Vladimir Polunin, nacido en 1991 en Kherson, una humilde localidad del sur de Ucrania, demostró su talento corporal desde muy niño. Primero fue entrenado como gimnasta infantil, pero luego lo derivaron hacia la danza.

Para sus padres, de clase obrera rusa, financiar sus estudios en Kiev era demasiado caro. El padre emigró a Portugal como obrero para seguir manteniendo a la familia, y la abuela se fue a Grecia por la misma razón. La madre, con enorme sacrificio lo matriculó en la Academia de Ballet. Allí el pequeño Serguei sobresalió por su asombroso talento.

A los 18 años llegó a ser Primera Figura del Ballet de Moscú. Y desde entonces sus presentaciones públicas se multiplicaron hasta lograr aclamación internacional. Por su extrema juventud se lo llamó el “James Dean de la Danza”.

Siendo perfecto en las técnicas del ballet clásico era capaz de introducir novedades creativas en cada una de sus presentaciones, de una función a otra.

Fue tan vertiginosa su carrera ascendente, y en tan poco tiempo, que el director cinematográfico Steve Cantor pudo recopilar material de su trayectoria desde la niñez hasta que cumplió 25 años.

En el documental dan testimonio, en primer lugar su madre, y luego sus compañeros, de cómo este genio precoz sufrió en plena adolescencia la fragmentación de su familia, y de cómo careció de una natural evolución hacia la madurez como persona. Cosa habitual con los niños prodigios, tanto en arte como en algunas disciplinas intelectuales.

Y en la cumbre de la fama, por la incesante actividad, llegó su momento de saturación. Amaba la danza con toda su alma, pero hallándose en la cima de la carrera, lo aterró la duda de adónde más podría ascender y, peor aún, qué sentido tenía su vida, como persona, para el futuro.

Ante el asombro del mundo artístico comunicó su retiro de los escenarios, volvió a su pueblo natal a encontrarse con sus primeros maestros de danza escolar, comenzó a grabar películas con mayores contenidos experimentales, y a administrar, personalmente, su vida para recuperar su autoimagen.

A lo largo de este filme lo vemos desplegar su talento en múltiples espectáculos. En sus danzas combina la perfección técnica, con el carisma de un intérprete que pareciera bailar en “estado de gracia” artística.

El mérito del documental – además de admirar a este sucesor indiscutible de Nureyev y Barishnikov - es la reflexión que suscita sobre la excesiva explotación de los artistas prematuros. Y más aún teniéndolo a él como anfitrión, que se atreve a confesar el dolor por los vacíos existenciales en su desarrollo como ser humano.

DOLOROSO TESTIMONIO EXISTENCIAL DE UN GENIO PREMATURO. UN MANJAR PARA LOS BALLETÓMANOS.

Ficha técnica

Galería de Arte Patricia Ready 
Biografía. Documental
Ballet Inglaterra, Rusia, 85 minutos 
Edición: Federico Rosenzvit 
Fotografía: Frank Wolf 
Director: Steven Cantor

No hay comentarios.:

Publicar un comentario