jueves, 4 de mayo de 2017

Frantz - Por Juan Pablo Donoso

Tenemos la suerte en estos días de conocer dos películas de Francois Ozon. Es un joven director francés que en poco tiempo ha demostrado enorme talento como realizador y también por resaltar ángulos sensibles, y poco explotados, en sus argumentos.

En El Biógrafo de Santiago se está exhibiendo EN LA CASA (comentada recientemente en esta página) y ahora en el Cine-Arte de la Galería Patricia Ready pudimos disfrutar de FRANTZ (2016), una de sus recientes obras.

Con propiedad decimos que FRANTZ es un brillante melodrama. Sensible y estético redime el buen sitial del desprestigiado apelativo de “relato melodramático” o “dramón”. 

Aquí los ingredientes restituyen su fuerza emotiva basándose en dolorosas realidades históricas, escogiendo personajes que fueron víctimas de aquellas circunstancias, y personas de diversas edades y condiciones sociales que sólo aspiraban a vivir en paz y realizarse en el amor. 
 
Y es la tristeza de ver esos ideales frustrados lo que conmueve al espectador hasta las lágrimas. Pero es el tratamiento vulgarizado, y muchas veces sólo por afán comercial, el que ha desprestigiado este noble género dramático.

Estamos en los días inmediatos después de la Primera Guerra Mundial. En Alemania, una gentil familia de provincia ha perdido a su único hijo. Hay un natural resentimiento hacia Francia que resultó vencedora. Su novia, Anna, ha quedado desolada viviendo junto a quienes pudieron ser sus suegros. 

De pronto, aparece un muchacho francés, ex combatiente, quien dice haber sido amigo entrañable, en épocas anteriores a la guerra, con el hijo caído en combate. Poco a poco, y superando prejuicios, la familia lo acoge como a un buen amigo llegando, incluso, a establecer una relación vagamente sentimental con la novia/viuda. 
 
Pero el suspenso del filme nos sorprende con giros inesperados que, al afectar dolorosamente a los personajes, también cambian el curso lógico de los acontecimientos. Tales serán los vuelcos emocionales que hasta Anna decide viajar a Alemania para seguir indagando en la psiquis atormentada de Adrien, el joven amigo francés.

Hasta ahí conviene pespuntar el argumento. El resto de los méritos de esta bella película radica en la compasión con que nos muestra a los sobrevivientes de ambos países, todos con seres queridos muertos en un conflicto bélico del que siempre fueron ajenos e inocentes. En Francia hablan francés, en Alemania germano, pero el dolor por las pérdidas y el resentimiento es el mismo e inevitable. Las escenas del “presente” se ven en blanco y negro, los recuerdos o momentos de alegría en color. Y todo ambientado en una recreación de época magistral de Susanne Abel y su equipo que, en forma impecable, nos transportan a esos días de 1919, a esas calles y a la naturalidad de esos vestuarios ya distantes a los nuestros.

Esperemos que la exhiban también comercialmente.

UN BELLÍSIMO RELATO DONDE TANTO EL AMOR COMO EL DOLOR DE LOS INOCENTES FUE VULNERADO POR UNA GUERRA INHUMANA Y FEROZ.

Ficha técnica

Título Original: Frantz 
Cine-Arte Galería Patricia Ready 
Drama, Historia, Guerra 
Francia y Alemania
113 minutos 
Fotografía: Pascal Marti 
Edición: Laure Gardette 
Música: Philippe Rombi 
Jefa de Arte: Susanne Abel 
Guionistas: Francois Ozon y Philippe Piazzo 
Actores: Pierre Niney, Paula Beer, Ernst Stötzner 
Director: Francois Ozon

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