Fue una lástima que optaran por efectismos de innecesarias sorpresas visuales y estridencias sonoras.
Era un bellísimo tema que, de ser tratado por Stanley Kubrick, por ejemplo, otro habría sido el resultado artístico con los mismos ingredientes argumentales.
Desperdicio de poesía audiovisual teniendo elementos tan apasionantes como fantasmas, niños y dolor maternal.
Tuvieron en sus manos la posibilidad de entregar un mensaje de trascendencia y amor.
En vez de eso recurrieron al tratamiento “degouttante” de cierto cine japonés que ya empieza a obsolecer.
Con el suspenso pudo ser cautivante, pero predominó lo desagradable.
Una pena si consideramos lo elaborado de su producción.
Uno de sus principales productores, Guillermo del Toro, con su filme El Laberinto del Fauno, logró lo que a esta cinta le faltó.
Sus temas: la Maternidad, corpórea y fantasmal, y la orfandad infantil, con toda su carga de fantasía y paranormalidad.
Magníficas las actuaciones de las niñitas, en especial Lily, la más pequeña; conmovedora en los momentos en que le permitieron transmitir sus emociones.
Cuando un padre, mentalmente desequilibrado, lleva a sus dos hijitas pequeñas a una cabaña en el bosque con el propósito de asesinarlas, ellas son rescatadas por un siniestro fantasma femenino que las cría transformándolas en seudo niñas lobas.
Vuelven a la civilización, cinco años más tarde, y son adoptadas por un matrimonio sin hijos. Pero el espectro femenino que las salvó de la muerte las visita causando pavor en la madre adoptiva y en quienes las rodean.
Luego de un horroroso clímax final, el tema de la Maternidad – humano y esotérico - hallará un relativo consuelo
habiendo cobrado valiosas víctimas inocentes.
TRUCULENCIA QUE PUDO SER MÁS FINA, EMOTIVA Y PROFUNDA.
Ficha técnica
Director: Andrés Muschietti
Guión: Neil Cross, Andrés Muschietti, Barbara Muschietti
Actores: Jessica Chastain, Nikolaj Coster-Waldau, Megan Charpentier
España y Canadá – 100 minutos
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